jueves, 30 de octubre de 2014

¿Viene de afuera?

Estos días mucho se estuvo diciendo sobre la futura reforma al Código Procesal Penal. Por mi parte quise esperar unos días para emitir la mía.

Siempre es bienvenido el debate y sobre todo con este tipo de reformas.

Para empezar hay que decir que el Código Procesal Penal de la Nación tiene un campo de aplicación bastante acotado, mas allá de lo nacional de su nombre solo se aplica en supuestos muy específicos porque de acuerdo a lo que ordena nuestra Constitucion Nacional todo lo procedimental es atribución de las provincias. Esto, obviamente, no le quita el merito ni a la reforma ni al debate.

Hay algunos puntos que parecen, además de interesantes, necesarios en una reforma que se pretende superadora de la legislación vigente.   A saber, dejar la investigación preparatoria del juicio encomendada al Ministerio Público Fiscal (lo cual no convierte en absoluto al sistema en acusatorio como salió a decirse tan livianamente o por lo menos no “acusatorio” materialmente sino tan sólo formalmente, y eso es correcto dada la estructura que presenta nuestro sistema penal en su totalidad). Asimismo la admisión de la víctima como auxiliar de la fiscalía, no sólo en la investigación sino en el enjuiciamiento de los delitos; lo cual plantea otras preguntas acerca de cómo esto será regulado pero como puntapié inicial es muy positivo. También que todas las decisiones judiciales finales o interlocutorias –al menos las más importantes– provengan de un debate oral y público, en presencia de quienes intervienen en el proceso. Y hay algunos otros puntos tórridos pero de los cuales me parece que aun el debate ni ha empezado, sobre todo en lo que se refiere a los recursos de la justicia.

Sin embargo dos son los puntos que más escozor o incomodidad (del tipo política, no esa frente a la pregunta de la tía mayor sobre cuando vas a presentar a tu “novia”, ja, en fin no viene al caso la catarsis) han generado.

El primero se refiere al posible artículo 185 del proyecto: “Prisión preventiva: Corresponde el dictado de prisión preventiva en función de la gravedad de las circunstancias, naturaleza, conmoción social del hecho y de las condiciones del imputado, que sirvan para decidir los criterios de peligro de fuga o entorpecimiento del proceso previstos en este Código”

En un sistema judicial respetuoso de las garantías y los derechos humanos la prisión preventiva es la ultima ratio, es decir el último recurso al que se debería recurrir y solo frente a dos peligros procesales muy específicos el “peligro de fuga o entorpecimiento del proceso”, porque de lo contrario se vulnera el principio de inocencia y se aplica anticipadamente una pena sin que la persona haya sido juzgada. Una de las grandes falencias actuales es la gran cantidad de personas detenidas en prisión preventiva no solo sin condena firme sino siquiera sin juzgamiento.  Ahora, la “conmoción social del hecho” responde a otra lógica. Todes sabemos que el juzgamiento mediático no tiene plazos, garantías, todos son expertos en investigación y hay jueces y juezas dispuestos a dar su sentencia inapelable en cuanto espacio encuentren. El objetivo de esta lógica es clara, el/la mediáticamente juzgad* tiene que quedar privad* de su libertad lo más rápido posible; porque la única forma de saciar las ansias de justicia de la conmoción social es esa. ¡¡Encerremos, encerremos y vigilemos que no salga, que se quede tras los muros, es la única forma de que estem*s seguros!! El prejuzgamiento mediático sumado a una justicia para nada preocupada por los derechos humanos da un coctel llamado conmoción social que requerirá una gran cantidad de te digestivo… A la criminalización primaria, esa que elije que pib*s van a la cárcel y cuáles son los barrios a los que hay que ir a buscarlos ya esta babeando y refregándose las manos por el banquete que le espera.

El segundo se refiere al posible articulo 35 del proyecto que habla de la suspensión del juicio a prueba y dice lo siguiente: También podrá aplicarse [la suspensión de juicio a prueba] respecto del extranjero en situación irregular en el país que haya sido sorprendido en flagrancia de un delito, conforme con el artículo 184 de este Código, o imputado por un delito con pena privativa de la libertad cuyo mínimo no fuera superior a tres años de prisión. La aplicación del trámite previsto en este artículo implicará la expulsión del territorio nacional, siempre que no vulnere el derecho de la reunificación familiar.

Lo primero que hay que aclarar es que la expulsión del extranjero, no es algo nuevo en la legislación argentina, de hecho está vigente pero regulado de manera distinta. La vigente Ley de Migraciones  -ley 25871- y su decreto reglamentario nº 616/2010 (ley que por cierto significo un cambio de paradigma en materia migratoria, superando a la legislación anterior ampliamente) contemplan en el Titulo V Capitulo I esta posibilidad. La gran diferencia es que los requisitos de aplicación son mucho más exigentes, a saber: tiene que haber condena judicial firme o de ejecución condicional, o la persona tiene que haber sido declarada reincidente por juez/a penal. Asimismo hay una doble instancia, primero se cancelará la residencia que hubiese otorgado, con efecto suspensivo y luego se decretara la expulsión.  Asimismo se contempla que una persona procesada pueda ser expulsada pero para que eso ocurra tiene que haber orden administrativa de expulsión firme y consentida. La otra gran diferencia queda a la vista con lo expuesto; la autoridad de aplicación de la ley migratoria es la Dirección Nacional de Migraciones en la órbita del Ministerio del Interior y Transporte, es decir Poder Ejecutivo y con esta reforma la decisión le compete al Poder Judicial.  Que este en la órbita administrativa no quiere decir que no pueda haber irregularidades, pero si implica que hay todo un proceso administrativo que tuvo que llevarse adelante, que puede ser impugnado por la persona interesada en esa misma sede administrativa y que de no estar conforme puede recurrir a la vía judicial para que esa decisión sea revisada en sede judicial.
¿Quién decide ahora si ese ciudadano es irregular? ¿Qué se hace frente a esta decisión? No sé a ustedes, pero esto de asociar extranjería con delito me devela una lógica xenófoba y estigmatizante  que por otra parte se opone al discurso en tono de apertura de brazos abiertos del derecho migratorio en el marco del Programa Patria Grande que este gobierno se supone sostiene.

Y si a esto le sumamos la retorica fascista de Berni que sostuvo muy libre de lengua “el país está infectado de inmigrantes delincuentes”.  ¿Donde queda la política criminal? La de verdad, no la que busca calmar “la conmoción social”. Ninguna reforma legislativa es azarosa, todas se dan un marco institucional determinado y persiguen finalidades muy específicas. ¿Qué nos dice el discurso del Secretario de Seguridad? ¿Qué efecto se busca con estas políticas de “saneamiento”? ¿Y si analizamos los números? Es verdad que los extranjeros representan apenas el 6% de las cárceles argentinas pero también es verdad que esa cifra se ha mantenido estable durante más de una década – y agregale como dato que de ese porcentaje más de la mitad permanece privado de libertad sin tener condena-. No nos quedemos con el numerito aislado, no nos quedemos con estadísticas que hablan de personas, mejor hablemos con las personas y que de ahí surja la política criminal. Y si en vez de inventar una nueva cruzada de “saneamiento” elaboramos políticas públicas de verdad, no solamente parches efectistas.

Y si a todo esto además le sumamos la situación de precariedad médica y laboral en la que se encuentran una gran cantidad de inmigrantes en nuestro país. A quien le sirve la inmigración ilegal, a quien le conviene. ¿Es tan descabellado pensar que este artículo mal aplicado puede ser muy útil para unos pocos que solo buscan beneficio personal? Vuelvo a preguntarme ¿qué discurso se  sostiene detrás de ese artículo?

Y si a esto le sumamos que la policía actúa como auxiliar de la justicia… ¿Hay que seguir la reflexión? Sabemos que pasa cuando estos muchachitos necesitan dinero en sus arcas…

Hace la cuenta vos solo: conmoción social, xenofobia, intereses económicos, políticas parche, discursos fascistas…  ahora sí que no hay te digestivo que pueda con esto…

Ya alguna vez sostuve que hay que hacerse cargo de todas las todas las discriminaciones, de todas las violencias no solo las que quedan bien en un informe ministerial o en un discurso público.

En lo personal no concibo el procedimiento penal como un arma de combate contra el delito o la delincuencia: la persecución penal no es una guerra ni un arma de combate y, en todo caso, siempre llega tarde, una vez realizada la conducta punible. La respuesta punitiva (una de las mas irracionales que existen) no soluciona nada. Suspende un conflicto social en el aire a la espera que un poder judicial resuelva conforme a un derecho repleto de quizá más prejuicios que quien cometió la acción que dio lugar a su intervención. El debate pasa por lo social, eduquemos, debatamos, garanticemos derechos.

Que agregar que ya no haya dicho. La prisión preventiva (sin condena) siempre debe ser excepcional según una interpretación pro homine de la Constitución Nacional y la expulsión de extranjeros no es materia ni del Derecho Penal ni de los jueces penales.

Algo me huele mal. Conozco el olor a podrido del poder judicial, pero acá hay algo más. Acá hay odio, hay discriminación. Acá hay selectividad del poder punitivo, de la más cruda, la más descarnada. Acá hay futuras violaciones a Derechos Humanos. Acá hay políticas públicas parche, que no solo huelen a podrido sino que además generan nauseas.

Ya sabemos –muy de antemano- que cuerpos serán los usados para limpiar el enchastre.

WR

miércoles, 8 de octubre de 2014

Pluralidades

En mi cama no solo somos vos y yo, sino ademas todas aquellas fantasías que cumplimos y a las que nos entregamos con devota obediencia.

No solo recorro tu cuerpo sino todos aquellos que juntos decidimos crear.

No sólo sos vos quien me posee sino que soy todas las identidades que nuestras historias mas morbosas deciden nombrar.

Somos nuestro deseo hecho infinitas pluralidades lamidas, besadas, penetradas, poseídas y explotadas intensamente hasta llegar al olvido de nuestros propios nombres.

Somos carne. Somos fluidos. Somos etéreos.

Somos dos perfectos (des)conocidos.

Retorno


Elegir entre la paz o el caos. 

Encontrar ese beso que disipe la duda.

Imágenes en cámara lenta. Palabras que sobran.

Nunca es gratis; pero cada vez cuesta mas.

El silencio que todavía se escucha.

El mismo amor. El mismo renglón.
 

Se vuelve. Siempre se vuelve.


martes, 23 de septiembre de 2014

Humillación y deseo

Llegue a depender de su humillación como el aire que respiraba.

Su perversión me seducía.

Si no me usaba enloquecía.

Sentía miedo de perderlo.

Me gustaba ver la sangre que brotaba de las heridas que llevaban su firma.

Deliraba con cada uno de sus dientes clavándose en mi piel.

Sus torturas me extasiaban de placer.

Solo ante él me sentí  verdaderamente desnudo.

La forma en la que me hablaba y me daba órdenes en la cama,

cuestionaba todos mis posicionamientos políticos en torno a mi deseo.

El me humillaba y eso me hacia arder.

Recuerdo cuando me dijo al oído: al fascismo se lo puede joder de muchas maneras.

Y así, abrazados, extasiados,  yo creía que lo estábamos jodiendo.


WR

miércoles, 30 de julio de 2014

Piernas


Me miras con lujuria.
Se cuanto te gusta que empiece ahí.
Acaricio tus pies, juego con ellos.
Les cuento los secretos que tu oído ya conoce.
Paso mi lengua sobre tus piernas.
Deposito en mi boca tus deseos.
Avanzo y empiezo a sentir como te retorces.
Siento como tus piernas se mueven, se inquietan.
No hay tregua, nunca la hubo.
Pauso mi movimiento, me miras con la ira propia del deseo.
Mis manos se adhieren a tus muslos.
Te moves, saltas levemente.
Sigo subiendo.
Nuestras piernas hablan un lenguaje subversivo,
se anudan, como si se conocieran
como si hubieran sido creadas para ese momento.
Tu rostro frente al mío
Tus manos arañan mi espalda,
Las mías sujetan tus caderas.
Tomo tu pierna,
sabes donde quiero llevarla.
Tu mirada tiene una mezcla de suplica y ansiedad.
Lentamente la apoyo sobre mi hombro,
Mi lengua vuelve a deleitarse con ella.
Voy a tu oído, lo beso, lo muerdo.
Te exijo que me lo pidas.
Levanto tus piernas, tu espalda se arquea en ángulo perfecto.
Empieza a sonar la música.
Bailamos en perfecta armonía.
Tus piernas se llenan de espasmos,
tu boca entrega un grito sordo.

Fuimos uno.
Fuimos el magnífico y etéreo momento en que nuestras piernas
volvieron a encontrarse.


jueves, 24 de julio de 2014

Cintura


Me aferro a tu cintura,
curva infinita de placer.
Tu ombligo, pidiéndome a gritos un beso se sumerge en mi boca,
lo acaricio con la punta de mi lengua tantas veces que se vuelve mío,
se entrega,
se inunda de calor,
tu cuerpo me pide que baje.
Queres sentir mis besos en todo tu existir,
metes tus dedos en mi cabellera y me apretas,
me pedis que te llene,
me pedis que te queme,
que te apriete y así puedas volverte inconciente.
Con tus ojos cerrados te dejas amar.
Y yo, besando cada poro de tu piel, continuo con el infinito placer que me produce saborearte.
Con mi mano en tu cadera apego tu cuerpo hacia mi,
mi lengua te sigue encontrando.
Paso mi frente por tu piel
y mi aliento se mete en vos,
te posee,
me respiras y yo te bebo
me tragas y yo te como.
Nos esfumamos de la realidad
Tus lágrimas en mi boca,
tu éxtasis en mi pecho.
Nuestros cuerpos confundidos.
Nuestros sudores fundidos.
Nuestras respiraciones agitadas una vez mas.
Nuestro encuentro, tu cintura, el placer de volver a sentirnos.


martes, 15 de julio de 2014

4 años

Hace cuatro años en una madrugada muy fría se aprobaba la ley de matrimonio igualitario.

Quienes me conocen saben que no estoy de acuerdo con el matrimonio como institución. Que no está en mis planes, por lo menos es esta etapa de existencia, recurrir a esta figura jurídica.

Pero sin duda alguna era una lucha que había que darla, porque lo que se discutía era mucho más amplio. Porque por primera vez, los putos que siempre existimos, éramos visibles. Estábamos en los diarios, en los canales de televisión, en cada esquina, en cada bar, en cada escuela, en los trabajos, en tribunales, en cada discusión y en cada debate a favor o en contra. Entramos a las iglesias, que nos seguían tratando de anormales y enfermos, pero que ya no podía tapar el debate que se estaba despertado.

Siempre existimos y lo que se pedía era quien quisiera cometer un matrimonio tuviera la libertad de hacerlo. Pero no como una nuestra de tolerancia sino porque somos seres humanos.

No buscamos ser aceptadas, toleradas o invitadas a ser personas de bien; exigíamos que se respete nuestro derecho como personas.

No le pedimos permiso a nadie para ser, existimos y caminamos con orgullo como las maricas que somos. Y lo hacemos aunque algún heterofascista le moleste nuestras besas, nuestros contoneos de cadera, nuestras plumas, nuestras palabras, nuestras ideas, nuestros cuerpos, nuestras identidades.

Existimos y no pedimos permiso hacerlo, luchamos por romper las barreras que nos quieren dejar en las márgenes y todo el tiempo decimos presente. Porque cogemos y amamos como un lucha política, y ya no nos escondemos.

Porque fuimos anormales, enfermos, invertidos, sodomitas, pecadores, monstruos, abominaciones, portadores de la peste y nunca dejamos de amar.  Y nos encontramos y nos amamos libremente, sin etiquetas, sin prejuicios, permitiéndonos desear y ser morbosos. Porque no somos hipócritas, ya no estamos encerrados, estamos orgullos de ser quienes somos. Y con esto no me refiero a ninguna marcha, que también podríamos debatir quien participa y a quienes se les permite estar orgullosos.

Me refiero al orgullo como vivencia personal, al proceso constructivo/deconstructivo por el que pasamos tod*s para sentirnos libres de vivir nuestra identidad de la manera que queramos.

No te creas que somos la meca de la igualdad. Entre nosotr*s también nos discriminamos.  Porque esa es una lucha todavía pendiente, buscamos la igualdad pero somos diferentes. Y entendernos y aceptarnos como diferentes es el gran desafío. Porque no se escuchan todas las voces, porque no se respetan todas las identidades, porque no se pone todo al mismo nivel, porque nuestros discursos no se valoran igual.

No podíamos quedarnos calladas porque lo que se discutía no era el derecho a casarse era la oportunidad de empezar a generar una ruptura en el discurso heteronormativo.
Nuestros discursos ya no venían desde las periferias de las sombras, ahora éramos visibles. Ahora toda la sociedad sabía que no nos íbamos a conformar solo con esto.

Esa madrugada no me reconocieron el derecho a casarme, empezaron a preguntarme que sentía ser un ser humano.

miércoles, 25 de junio de 2014

Abominación

Sabemos que las doñas de sotana son bastante mal llevadas.

La de la foto, monseñor Héctor Aguer (si, la del modelito dorado) dijo que somos “abominaciones amparadas por las leyes”.

Y pienso, me deconstruyo y me presento al mundo. Y es verdad, soy una abominación, elijo serlo.

Me viene a la cabeza la bella poesía de Susy Shock diciendo “reivindico mi derecho a ser un monstruo y que otros sean lo normal, que el Vaticano normal, el credo en Dios y en la Virgisima normal, los pastores y los rebaños de lo Normal…”

Y me sigo pensando y con total seguridad afirmo que soy un abominación que atenta contra una moral judeo-cristiana repleta de dogmas y reglas absurdos y discriminadores, una moral que esconde sus miserias debajo de sus sotanas, que tapa sus hipocresías con crucifijos de oro, que tiene sus manos manchada con la sangre de las muertes que ayudo a esconder.

Soy una abominación  que molesta y atenta contra esa familia “tradicional” que esta moral hipócrita quiere sostener. Porque en mi familia, la que yo decidí crear, todos elegimos ser monstruos y monstruas. Y avanzamos con nuestra monstruosidad rompiendo esquemas binarios y cerrados, reflexionando sobre aquello que no es impuesto, luchando por los derechos de todas y todos, militando contra el odio que nos niega existencia.

Soy una abominación que además es gustosamente promiscua porque disfruta y explora su sexualidad y el placer con otros y otras.

Soy una abominación que atenta contra todas las normalidades establecidas e impuestas.

Soy una abominación a la que durante muchos años la encerraron en un closet y no la dejaban hablar, pero que cuando salió y dijo aquí estoy no solo no callo nunca más sino que además no dejo que nadie volviera a silenciarla y desato una lucha para que su monstruosidad sea respetada.

Soy una abominación definida y analizada por un discurso de odio, y como la monstrua que soy solo puedo responderles con amor.

Porque elijo amar y defender el monstruo que soy, porque amo a l*s mostru*s que me acompañan y caminan conmigo, porque lucho por los derechos que me pertenecen por ser un monstruo humano y lucho porque se respeten los derechos violados de todas las voces que como yo fueron calladas. Soy un monstruo con morbos y fetiches tan sucios y sórdidos como los que esta moral de sotanas y santos quiere hipócritamente ocultar pero que yo decido practicar y gozar sin esconderme. Soy un monstruo que hace el amor no solo por placer sino como un grito de libertad, como una lucha política. Elijo coger y amar.

La ley no me ampara por ser una abominación, los ampara a ellos financiándolos económicamente y permitiéndolos que sigan odiando. Los ampara a ellos tapando y silenciando sus complicidades en crímenes de lesa humanidad. Los ampara a ellos permitiéndoles discriminar(me)(nos) y que sus dichos circulen impunemente.

La ley lo único que hace conmigo es reconocerme los derechos que durante muchos años no me respetaron. Y cuando la ley no está lucho por conseguirla y si existe y me discrimina lucho por abolirla.

Soy una abominación, es verdad. Pero elijo serlo. Que otros sean lo normal.

WR