miércoles, 28 de mayo de 2014

Verdad




Y de repente, solo de repente, pasa.

Un día te das cuenta que la verdad no está.

Te preguntas si en su mentira encontraste tu verdad.

O si fue mi mentira la que no quiso su verdad.

El mundo no para. Seguís viviendo.

¿Cuanto valió cada una de tus muertes?

Y tus sueños, ¿siguen estando?

Las pesadillas también son sueños.

Lo sé, no hace falta recordar que yo elegí. O al menos eso me gusta pensar.

Seguís viviendo. Esperas. Te cansas.

Sigo viviendo. Pero decidí liberarme.

De vos. De mí.

De ese vos que siempre esta. De ese mí que siempre te elije en cada nombre que cambia.

La verdad no está. Nunca esta.

Estoy yo.