miércoles, 2 de octubre de 2013

¿La pregunta o la respuesta?





¿Y si la pregunta fuese la que define todo?


Que te asustaría más ¿la respuesta o la falta de ella?


¿Y si de la respuesta dependiera todo?


¿En cuanta partes estarías dispuesto a quebrarte escuchándola?


Y si no hay respuesta,  ¿no es acaso la no respuesta una forma de responder?


¿Y si solo preguntamos porque inconsciente o conscientemente ya conocemos la respuesta?


¿Cuantas preguntas deben responderse para afirmar que ya no hay más respuestas posibles?


¿Y si entonces estamos condenados a padecer una incertidumbre eterna?


¿Qué te asustaría más, la próxima respuesta o la falta infinita de ella?




No hay comentarios: