jueves, 5 de junio de 2014

¿Por qué lloran los hombres?



Hoy salio publicada en Rosario12 la siguiente nota:

Por que lloran los hombres? firmado por Luisina Bourband.

Cuando leí el titulo de la nota me sentí esperanzado porque creí que estaba destinada a explicar cuáles son las razones por las que se nos habilita a los varones a llorar. Cuando termine de leerla me enoje.

No es un secreto. A nosotros se nos enseña a no llorar. Se nos mentaliza que como varones no podemos demostrar nuestros sentimientos. Llorar es de putos, maricas, flojitos, debiluchos, cagones,  poco hombres.

El patriarcado establece cuando podemos llorar y cuando no está bien hacerlo. Nos dice que sentimientos podemos mostrar y cuáles no. Porque en este sistema hay sentimientos que son de las mujeres y sentimientos que son de los hombres. En este sistema ser un hombre sensible es un contrasentido porque nuestra virilidad está en juego todo el tiempo. Está bien ocultar lo que nos pasa porque de lo contrario somos “menos” hombres. El sistema heteronormativo y todos sus mecanismos de reproducción como aliado inseparable de la patriarcalidad, refuerza la idea de que todo el tiempo hay que demostrar quién es más macho, quien tiene su virilidad mas a flor de piel.

Muy libremente quien firma esta nota dice:
“Hay dos escenas cercanas de amigos que siempre me conmovieron. Vi desesperado a uno de ellos, ante una afrenta amorosa de su amada, pensaba que podía hacer cualquier cosa, en el arrasamiento afectivo en que se encontraba (...) Lo encontramos. Nuestro amigo gritaba llorando como un Romeo, orientado hacia la ventana donde supuestamente estaría su chica. El desatado estaba agarrado de la reja, colgando como un mono y gritaba: "Abrime la puerta, que si no me abrís voy a ir a buscar un cuchillo a la casa de mi mamá y te parto el corazón".
Es la resolución más poética de la tragedia de desamor que pude presenciar”

A ella le parece poética, a mi patética. No por el desamor en sí, sino porque ese hombre le estaba diciendo a esa mujer: amame o te mato, sos mia o no sos de nadie. Eso es lo que enseña el patriarcado. No solo no podes llorar sino que además las mujeres son de tu propiedad, no solo sos fuerte, aventurero, corajudo, intrépido, etc sino que además la mujer es “inferior” a vos.
Es mucho mas que no llorar, es el sistema que nos enseña a que no somos iguales sino que estamos por encima de ellas. Si lloras esto no podes hacerlo, si lloras sos como “ellas”.

Para finalizar, la autora,  agrega:

Me arriesgo a decir que los hombres se encuentran con las lágrimas por tres cosas:
Por el padre
Por las mujeres (aunque secretamente)
Por la muerte
Sobre lo que se les prohíbe llorar, y sobre lo que lloran, es eso que los define en la posición sexual. Es decir, como hay serias interferencias entre la virilidad y el llanto, el llorar se convierte en un acto privado. Y el consultorio de un psicólogo o de un psicoanalista está incluido en la serie de escenas privadas.

Yo; que soy una persona que llora mucho, debo admitirlo, considero que son muchas más las razones por las que lloramos. Que es muy difícil romper el mandato de aguantarnos todas las lágrimas (las cuales a veces quedan tan atoradas que nos matan) pero que cuando lo rompemos somos un poco más libres.

Llore mucho la primera vez que me dijeron PUTO, no llore por la palabra en sí. Para mí es un orgullo ser PUTO, es una definición política, ser PUTO es ser un indecente frente a una normalidad establecida por un sistema patriarcal y heteronormativo perverso, es ser un atentado con una tradición judeo-cristiana vetusta de reglas y dogmas discriminadores, es ser una molestia para la familia tradicional tal como la patriarcalidad la define, y la verdad es que yo soy eso o por lo menos eso espero que se vea de mi. Llore porque vi el odio en  la mirada de quien me lo decía, vi cuanto quería clavarme ese cuchillo en mi corazón como aquel del que habla quien firma la nota.

Llore cuando perdí amig*s, familia, cuando vi nacer a mi sobrina, cuando mi viejo me abrazo y me dijo te quiero mucho, cuando mi vieja me dijo seguís siendo mi bebe, cuando me enamore, cuando me di cuenta que ya no había amor para esa persona que fue muy importante en mi vida, cuando logre eso que me había costado mucho esfuerzo, cuando vi por primera vez publicado algo que escribí, cuando me engañaron, cuando entre reuniones de amig*s reí hasta sentir que la felicidad desbordaba de mis ojos, cuando vi una película o una obra que me emociono, cuando leí un libro que me identifico, cuando me di cuenta que podía ser feliz a pesar de que toda una sociedad me señalara y me analizara y cuestionara sin siquiera conocerme, llore el día que dije esto es lo que soy y así salí al mundo sintiéndome libre, llore muchas veces mas y lo seguiré haciendo. 

Llorar no define mi deseo sexual. Llorar no me hace más o menos hombre. Llorar ni siquiera define un aspecto de mí. Llorar es una emoción de las tantas otras que experimenta un ser humano.

¿Por qué lloran los hombres?

Porque estamos vivos. Por lo menos en mi caso, es una forma de recordar que lo estoy.

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