Incesantes son los reclamos mudos
de las noches calladas y aprisionadas,
condenadas de soledad y espera.
El insomnio de las horas tristes
se oculta bajo las sábanas frías.
Amanecerá otra vez, tus ojos secos
de párpados hinchados.
La gente dirá que has trasnochado
por alguna fiesta;
y asentirás con una risa muda
Ése mundo gira demasiado rápido
para comprender todos tus cigarrillos y cafés
Es el acelere cotidiano entre el malhumor
la desidia y la mentira…
El disfraz y la máscara que te pones día a día,
aparentar como todos aparentan…
Será una vez para dormir, el vino
será otra vez quizá, una pastilla
Ansiedad y angustia.
Y no es tanto por el trabajo
que ahora es un amigo, un aliado
Sino la real falta de una compañía
Alguien que te entienda, que te ansíe,
Que te extrañe y que en verdad te ame...
Alguien por quién valga la pena el insomnio...
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